"Existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día... esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad...."Hace muchos años, siendo un niño, posiblemente más niño de lo que me siento aun hoy, mis padres, sabiendo y enseñándome el poder de la lectura, me regalaron mi primer libro. No recuerdo, si fue por Reyes, por mi cumpleaños o simplemente por que había amanecido un nuevo día. Este libro, aun lo conservo con todo el cariño del mundo, mas ahora, ya con sus paginas amarillentas y desgastadas por el paso del tiempo.
Este libro en concreto se titulaba o mejor dicho se titula “LAWRENCE DE ARABIA” de Elliot Dooley, editado por Bruguera en su serie Historia y Biografía nº 31, en su primera edición de Agosto de 1967.
Después de tanto tiempo, no puedo decir cuantas veces lo he leído, pues me marcó de tal manera, que ha sido siempre, mi héroe real predilecto. Con el paso del tiempo, me he documentado, he leído, cosas sobre este personaje y sobre todo, su libro cumbre “Los Siete Pilares de la Sabiduría”, editada en 1926, donde detalla minuciosamente, su quehacer al servicio del ejercito británico, durante la rebelión árabe contra los turcos, entre los años 1916 a 1918 y “Rebelión en el Desierto” una edición abreviada sobre el anterior, publicada en 1927.
Quizás algunos de vosotros conoceréis a este súbdito británico a través del cine, por la maravillosa película, Lawrence de Arabia, dirigida por David Lean y protagonizada por Peter O’Toole.
Quisiera desde mi Blog, homenajear a este singular personaje, erudito, arqueólogo, soldado, diplomático y coronador de reyes, Thomas Edward Lawrence, el Rey sin corona de Arabia.
Lowell Thomas dice de él, respecto a su primer encuentro:
“Lo vi por primera vez en una populosa calle de Jerusalén durante la Primera Guerra Mundial. Por la polvorienta avenida transitaban mercaderes árabes con sus chilabas y sus vistosos turbante, sacerdotes griegos con sus altísimos gorros negros, turcos barbados con sus pantalones bombachos como globos.
Entre el gentío había un hombre de talla menos que mediana que contrastaba violentamente con los demás. Vestía el flotante albornoz de los jeques beduinos y llevaba al cinto el alfanje de los príncipes de la Meca. No obstante, su tez era clara, limpia su barba y azules sus ojos.Me intrigó tanto su extraña apariencia que quise saber quién era. Nadie parecía conocerlo. Más tarde pregunté por él a Sir Ronald Storrs, gobernador británico de Jerusalén. El gobernador abrió la puerta de un despacho contiguo y ... allí estaba sentado el misterioso extranjero, absorto en un libro de arqueología.
-Tengo el gusto de presentarle al coronel T. E. Lawrence, rey sin corona de Arabia- me dijo entre burla y veras, pues supe que eran amigos desde su época de estudiantes en la Universidad de Oxford. El legendario Lawrence de Arabia me estrecho la mano ensimismada.”
Cuando Thomas dice lo de hombre de talla menos que mediana, se refería a que T.E. Lawrence, media 1,66, talla en aquella época incluso pequeña. Nació el 16 de Agosto de 1888, era hijo ilegítimo de un pequeño terrateniente irlandés llamado Thomas Chapman, que abandonó a su mujer y a sus cuatro hijas para marcharse con la madre de Lawrence, Sarah Maden, institutriz de las niñas. Segundo de cinco hermanos, durante su infancia la familia se trasladó varias veces de domicilio: Irlanda, Inglaterra, Gales, Escocia y Francia, terminando esa vida nómada en Oxford, donde la familia se asentó definitivamente con el apellido Lawrence.
En esta ciudad se matriculó en el Jesús College de la Universidad de Oxford, donde se graduó como historiador (1910), con una notable tesis titulada "The influence of the Crusades on European Military Architecture" (publicada después de su muerte con el título de "Crusader Castles").
Influenciado Por su profesor el Sr. Hogarth, especialista en Oriente Medio, marcha a Siria en 1909, donde comienza a conocer la zona, la lengua, la religión y las costumbres árabes. A consecuencia de este conocimiento, comenzó a trabajar para el Servicio Secreto Británico en enero de 1914.
Al estallar la I Guerra Mundial, ingresa en la Geographical Section of the General Staff (GSGS) primero como civil y más tarde como 2º Teniente e intérprete (2nd Lieutenant-Interpreter), siendo destinado a Inteligencia, en cuyo puesto fue condecorado con la Legión de Honor.
Soldado indisciplinado y poco convencional, pero entusiasta con su trabajo y su extraordinaria capacidad para salirse con la suya calladamente.
Al estallar la revuelta árabe contra los turcos, es mandado por el servicio británico a entrevistarse con el Husayn ibn Ali, jerife de La Meca, y conocer a sus cuatro hijos Ali, Faysal, Abdullah y Zayd, concluyendo en su informe que Faysal es el mas idóneo para llevar a cabo dicha revuelta. Con Faysal, hace la revuelta contra los turcos, donde se caracteriza por su método favorito de ataque, volar los trenes turcos. Haciendo una incursión tras las líneas turcas en la aldea Deraa,, fue detenido brevemente por los turcos, que tal vez no supieron quién era él. Aún está a discusión lo que ocurrió ahí. Según escribe en los Siete Pilares de la Sabiduría, Lawrence fue horriblemente torturado y vejado sexualmente por sus captores. Sus hazañas mas notables fueron la toma del puerto Wejh, en el mar Rojo, la rendición de Aqaba, y la campaña del Hiyaz terminó en una aplastante victoria para los árabes. Entrando mas tarde en Damasco.
Fue asesor en asuntos árabes de Winston Churchill, pero desengañado de la política tanto británica como francesa, por las promesas incumplidas a los árabes, escribe en Los Siete Pilares de la Sabiduría "...Como yo no era un perfecto estúpido, pude ver que las promesas a los árabes eran huecas".Después de un periplo de anonimato y de esconderse de la prensa, la publicidad y las gentes, el 13 de mayo de 1935 Lawrence fue a la oficina de correos de Bovington a enviar un telegrama a su amigo Henry Williamson.
A la vuelta, cerca ya de su casa de Clouds Hill, se vio obligado a realizar una brusca maniobra con su motocicleta Brough al cruzarse con dos niños montados en bicicleta. Lawrence salió despedido y se golpeó la cabeza en su caída.
Como resultado del accidente estuvo 6 días en coma y falleció el 19 de mayo de 1935. De este modo se extinguió una de las figuras militares más controvertidas, complejas e interesantes que haya surgido en la historia inglesa. En el lugar donde se estrelló se puso hace algunos años una placa conmemorativa.
Un día gris y brumoso de mayo lo enterraron en un pequeño cementerio de los alrededores de Dorset. Iban al lado del féretro famosas figuras que habían hecho con él la campaña al desierto, y los soldados rasos que lo conocieron personalmente.
Rindiéndole homenaje los grandes y desconocidos. Una niña de lilas con una tarjeta que decía": A T.E.L., que debería reposar entre los reyes".
Churchill dijo de él: "Con el coronel Lawrence hemos perdido uno de los seres más grandes de nuestro tiempo. Su nombre vivirá en las letras de Inglaterra; vivirá en los anales de la guerra; vivirá en las leyendas de Arabia"
