lunes, 19 de septiembre de 2011

CUADERNO DE BITACORAS CAMINO DE SANTIAGO CAMINO INGLES (1ª PARTE)

CUADERNO DE BITACORAS
CAMINO DE SANTIAGO
CAMINO INGLES
DIA 1 SEVILLA FERROL.- Martes 13 Septiembre 2011.

EN EL AEROPUERTO DE SEVILLA
         Hoy todos (Fran, Juanma, Francis, Natalia y yo) dispuestos para salir hacia La Coruña. Quedamos para ir hasta el aeropuerto de Sevilla y allí coger el vuelo a las 15:00 horas. Como es temprano y el vuelo a tan mala hora lo primero que hacemos es comernos un bocadillo, que ya llevábamos preparados, Fran, se lo come por el camino. Juanma, se compra la cerveza en el aeropuerto, y guarda la factura, imagino que para enmarcarla, aunque seguro que el marco le sale más barato que la cerveza.
         Salimos en hora, y tenemos un vuelo tranquilo. Bueno eso de tranquilo es por amenizar este escrito. Entre broma y broma, entre chiste y chiste, creo que nadie pudo dormir en el avión por las risas, a excepción mía, que si pego una cabezadita, es decir me desconecto de ellos. También tuvimos un percance oloroso, de una pasajera, que imagino, que no le gustó la cara de Fran, junto al pasillo, aunque pensándolo mejor, creo que no le gustaron sus chistes. Desde este momento creo que a Fran han empezado a salirles canas.
DESDE EL AVIÓN
         Llegábamos a nuestro destino en una hora y diez, yo que iba en la ventanilla, ya iba cogiendo los gatos de los tejados, cuando de pronto, el avión aceleró y se elevó, abortando el aterrizaje, a lo que a Juanma, nada más que se le ocurre decir, “Yo que estoy acostumbrado a este puente aéreo, esto no es normal” a lo que siguió un silencio sepulcral en el avión y nuestra sonrisita por lo bajini. Pasados unos minutos, el comandante del vuelo, anunciaba que había nubes muy bajas y un viento muy fuerte, que no dejaba aterrizar en nuestro destino, por lo que nos dirigíamos al aeropuerto de Santiago de Compostela, a lo que la tranquilidad volvió al pasaje, incluido algún que otro aplauso.
         Sin haber andado nada, ya estábamos en Santiago, pedimos el sello de Vueling para ver si nos daban la Compostela. Una vez en Santiago, no existe aun certeza como nos van a llevar a La Coruña, siendo al final en autobús, pero que estos debían de venir de La Coruña. Por lo que decidimos, marcharnos por nuestra cuenta en el bus del aeropuerto hasta la estación de autobuses y desde allí coger uno hasta Ferrol, sin pasar por La Coruña, donde no se nos había perdido nada, aunque sea una ciudad muy bonita.
EN LA ESTACIÓN DE BUS DE FERROL
         En el camino a Ferrol, ya casi llegando se presta un pasajero, a decirnos donde podemos dormir por un buen precio y cercano a la estación de Bus. El Hotel llamado Almendra, pues se encuentra en esta calle, aunque mi duda es si al final se llamaba avellana, fruto seco o cualquier otro tipo de fruto, porque entre lio y lio, nombre y nombre, cada vez que lo decíamos era un nombre distinto. Además, bromas aparte, el hotel, estuvo, muy bien de precio, muy limpio y serviciales en todo momento, se lo recomendamos a todos aquellos que se acerquen por Ferrol. La decisión de quedarnos en Ferrol, fue porque el albergue, estaba a nueve Km. de Ferrol, y como la jornada del primer día iba a ser de 40 Km. pues la verdad, no apetecía tanto sumarles algunos más, aunque nos dijeron que pasaba un autobús por la puerta del albergue, que nos dejaba en Ferrol a la 8:05 de la mañana.
EN LA SALMANTINA
         Después de instalarnos, nos tomamos, no sé cuantas cerveza, para cogerle el gusto a la Estrella de Galicia en un bar junto al hotel, llamado La Salmantina, regentado por el hermano del alcalde de Ferrol, (Le dijimos eso, porque había un recorte de prensa, donde salía el alcalde, y se parecía mucho al chaval del bar, así que se le quedo lo del hermano del alcalde). El chaval, simpático y amable y la cerveza buena. Lo recomendamos también. Una vez, quitado nuestro antojo de la cerveza, empezamos a buscar un sitio donde cenar algo, os recuerdo que desde el bocadillo del mediodía, nada de nada, a excepción de dos pinchos con las cervezas en La Salmantina. Juanma, buen conocedor de todas las poblaciones españolas, nos dice que cerca del mercado, 
EN LA SIDRERÍA
hay un sitio donde se come bien, que él había estado con su mujer en ese lugar. Así que nos dirigimos hacia allí, dando un paseo, y llegando al mercado sin perdernos, por lo menos eso creo yo. Comimos bastante bien y también el trato, fue excelente, eso sí creo que fue porque no nos fuimos sin pagar. Como era una sidrería, nos quedamos con las ganas de probar una sidra, pero es que no apetecía. Juanma, llamo a su señora esposa, para decirle, donde habíamos estado, contestándole que ella nunca había estado en Ferrol, cosa, que hace de nuevo chusma general. Más tarde, ella hizo memoria y si recordó que había estado en esa sidrería. Así que entre broma y broma, volvimos de nuevo al hotel, para descansar para mañana comenzar la primera jornada de peregrino, dirección a Santiago de Compostela.

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